¿Qué me inspiró para Meteorito Café?
- Teo Jansen

- hace 1 hora
- 2 Min. de lectura

Esa fue la primera pregunta que surgió durante la sesión de fotos para @my_mood_my_view. Todavía no había terminado de acomodarme cuando Ezster (cámara en mano, sonrisa lista) me lanzó esa pregunta que parecía sencilla, pero que abrió la puerta a un viaje creativo que ni siquiera yo esperaba repasar ese día.
La anécdota comenzó mucho antes. Ezster llevaba tiempo diciéndome que quería practicar retratos con personas reales, salir un poco del paisaje urbano y de los objetos cotidianos. Finalmente cuadramos agendas y nos encontramos en @gardencoffee_bar, un lugar que para mí ya es casi una extensión de casa: mesas de madera, luz amable, aroma a café recién molido y ese murmullo de fondo que invita a conversar. Fue el escenario perfecto para una #photosession divertida, espontánea y llena de pequeñas revelaciones.

Cuando me preguntó por la inspiración de Meteorito Café, mi quinto libro en Amazon, me descubrió buscando en mi memoria como quien rebusca en un baúl lleno de ideas, personajes y apuntes sueltos. Lo curioso es que no recordaba un momento exacto en el que hubiera dicho “aquí empieza todo”. Pero sí recordé qué lo detetonó: la necesidad de destrabarme.
Estaba trabajando intensamente en otro proyecto, el audiodrama Demonio Mercenario, y sentí que necesitaba aire fresco, una pausa creativa, un pequeño desvío para que la mente respirara. Así que hice lo que suelo hacer cuando necesito liberar la imaginación: dibujar sin propósito, sin plan y sin presión. Solo líneas, trazos y garabatos hasta que apareció frente a mí un robusto cocinero con un brazo poderoso y una mirada curtida. Inmediatamente entendí que tenía pasado… un pasado militar.

Ese fue el primer ladrillo del universo del Meteorito Café. A partir de ahí vinieron su nombre, su historia, su familia, sus heridas, sus travesuras, sus miedos. Y así surgieron Dolly y Blitz. De hecho, la última diapositiva que compartí en Instagram muestra uno de los primeros bocetos que hice de los tres. Un dibujo sencillo, pero con toda la esencia de lo que se convertiría en un mundo completo.

Durante la sesión en Garden Coffee, la conversación se volvió aún más jugosa. Le conté a Ezster cómo el libro también tiene pequeñas huellas de mis aficiones, como el fútbol americano, y cómo uno de los personajes lleva el nombre de una jugada defensiva. Hablamos del universo que se fue expandiendo solo, de los personajes secundarios, de los proyectos futuros —libros, ilustraciones, audios— y de todas las puertas que esta historia ha empezado a abrir.

Fue una conversación ligera pero profunda, de esas que te recuerdan por qué te dedicas a contar historias. Todo acompañado de un café y de la complicidad de una fotógrafa que sabe escuchar y disparar en el momento justo.
Gracias, Ezster, por los retratos, por la charla inspiradora y por elegir un lugar tan cercano como Garden Coffee para este encuentro creativo.
Si quieren ver más de su trabajo, no dejen de seguirla.Y si quieren conocer Meteorito Café, darle click aquí.
Se vienen más historias, más mundos y más aventuras.
¡Vamos por más!








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